lunes, 3 de noviembre de 2008

DESNUDA SOLEDAD


Después de la tormenta, reina la calma
aun las gotas de lluvia brillan en cada flor,
bajo la luz de la luna en esta noche tan tibia.
Solo la soledad y yo respiramos tu aroma.

Este aroma que cada día se va disgregando,
y tengo que oler tu ropa porque no quiero perderte
aun no, es demasiado pronto.
Cierro mis ojos, coso mis labios y camino.

Van mis huesos tan desnudos de ti,
trato de vestirlos con bellos recuerdos que guardo
ponerles los colores que te agradaban,
y sentir la música que dejaba chispitas en tus ojos.

Mi soledad y yo, aspiramos la tierra mojada
sentimos la brisa del viento,
que poco a poco va secando las gotas de lluvia
que se evaporan tan lentamente como tu.

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